La primera impresión es la que cuenta

Tu primera presentación de empresa

Solemos darle menos importancia de la que deberíamos a nuestras tarjetas de visita. Sin embargo, suelen ser nuestra primera presentación de empresa. La usamos en nuestra toma de contacto con futuros clientes, socios o proveedores y, en muchos países, sigue siendo una cuestión de tradición y educación entregar la tarjeta de visita cuando nos presentamos.

Contar con un manual de identidad corporativa en el que se incluya un diseño de las tarjetas de visita que sea coherente con la imagen de la empresa y que recoja toda la información de identificación, no sólo la nuestra, sino también la de la actividad de la empresa, debería ser una de las primeras acciones de marketing en cualquier organización.

Buscando la diferenciación… de forma errónea

En mis 20 años de experiencia en el mundo de las artes gráficas he comprobado como muchos clientes cometen grandes errores a la hora de encargar sus tarjetas de visita. El más común es el de querer introducir un elemento de diferenciación a través de variaciones de diseño para que “mi tarjeta destaque entre las de los demás”. Tarjetas demasiado grandes o demasiado pequeñas, tarjetas alargadas pero estrechas, tarjetas demasiado gruesas o de material rígido… puede hacer que el simple hecho de entregar una tarjeta sea un incordio para nuestro nuevo contacto y que, al final, acaben en la papelera o en la lavadora, dentro del bolsillo de algún pantalón o chaqueta.

Que las tradicionales tarjetas de visita se acaben extraviando, se desactualicen o, simplemente, se deterioren por el mero hecho de llevarlas encima, es algo común.

En todo caso, nunca sabes cuántas llevar: si son pocas, nunca nos acordamos de reponerlas; si son muchas, la cartera ocupa demasiado en el bolsillo… al final, la función tradicional de presentación que cumplía la tarjeta de visita se acaba sustituyendo por un método más efectivo: el intercambio del número de teléfono o el envío del contacto a través de WhatsApp. Así, cuando no nos acordamos del nombre nuestros nuevos contactos, los acabamos identificando a través de su fotografía en el perfil de WhatsApp, la cual acaba haciendo la función que ofrecían las antiguas tarjetas de visita. Es por ello que,

cada vez es más común incluir como fotografía de perfil de WhatsApp el logo de nuestra empresa.

El salto a lo digital

Estos hechos nos animaron a dar el salto al mundo digital. Para ello, creamos una tarjeta de visita que se guarda en el “wallet” o monedero virtual de los móviles, y que permite, de una manera visual, tener en un mismo lugar, y sin ocupar espacio en la cartera, toda la información que se podría incluir en una tarjeta de visita tradicional: nombre, teléfono, correo electrónico, perfiles de redes sociales, página web corporativa o enlaces que se consideren importantes de la empresa o proyecto. Se puede compartir por WhatsApp, correo electrónico, SMS o escaneando un código QR y también se pueden modificar sus datos o la imagen de empresa o marca en cualquier momento, actualizándose automáticamente el contenido de todas las tarjetas que se hayan compartido o entregado. También se pueden enviar mensajes a todos los contactos a través de las tarjetas. Llegarán allá en donde se encuentren en cualquier parte del mundo. Todo ello de forma sencilla, sin instalar ninguna aplicación, sólo necesitas tener la “wallet” en tu móvil.

Y lo mejor, es un producto digital, amigable con el medio ambiente, con el que estarás apostando por un modelo de organización sostenible.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar